El Legislativo de Río Grande del Sur aprueba la Ley Telmo Fabrício Dutra

Por 31 votos a favor y 12 en contra, la Asamblea Legislativa de Río Grande del Sur aprobó, el 3 de diciembre, el Proyecto de la Ley Telmo Fabrício Dutra – PL 442/23, que declara a la Aviación Agrícola como de Relevante Interés Social, Público y Económico en el estado de Río Grande del Sur. La propuesta, de autoría del diputado Marcus Vinicius (PP), también fue respaldada por otros 23 parlamentarios. “Fue una victoria del sentido común”, destacó el director ejecutivo del Sindicato Nacional de las Empresas de Aviación Agrícola (Sindag), Gabriel Colle, poco después de que el presidente de la Asamblea Legislativa, el diputado Adolfo Brito (PP), proclamara el resultado. 

Con esto, el texto ahora espera la sanción del gobernador Eduardo Leite. “Es una forma de combatir los prejuicios y arrojar luz sobre la seguridad y la alta tecnología del sector. Ahora esperamos que el debate sobre el tema gane en racionalidad”, agregó el dirigente de Sindag. La votación fue seguida de cerca por una comitiva de unas 30 personas, compuesta por dirigentes de Sindag, empresarios y profesionales del sector, además de los presidentes del Instituto Brasileño de Aviación Agrícola (Ibravag), Júlio Augusto Kämpf, y de la Comisión Especial de Derecho Aeronáutico y Aeroespacial (Cedaea) de la sección de Río Grande del Sur de la Orden de Abogados de Brasil (OAB/RS), Eduardo Teixeira Farah. 

El nombre de la ley rinde homenaje al expresidente (de 1997 a 1999) y uno de los fundadores de Sindag, el 19 de julio de 1991. Telmo Dutra también fue uno de los responsables de estructurar la entidad en Porto Alegre, capital del estado que dio origen a la aviación agrícola brasileña. De hecho, Río Grande del Sur es la unidad de la Federación con el mayor número de empresas del sector. Desde allí, la entidad ganó proyección nacional e internacional, con un enfoque en el desarrollo humano y tecnológico de la aviación agrícola. 

SEGURIDAD

“Ya esperábamos una votación con este margen expresivo”, comentó el diputado Marcus Vinicius, destacando la importancia de la iniciativa. “Los parlamentarios también entendieron esto”, añadió, refiriéndose a la cantidad de firmas en el proyecto. La propuesta buscaba “brindar seguridad jurídica para que la aviación agrícola pudiera seguir trabajando bajo las numerosas reglas que ya existen”.

El parlamentario también utilizó la tribuna poco antes de la votación para defender la propuesta. Marcus Vinicius criticó las repetidas tentativas de prohibir el sector, como un proyecto presentado por la bancada del PT, que fue rechazado dos veces en la cámara y presentado por tercera vez con el mismo texto, basado en mitos. “No hay herramienta más regulada en el manejo de cultivos”, subrayó durante su intervención. 

En cuanto a las alegaciones sobre la pérdida de productos por deriva en las aplicaciones (un riesgo tanto para las herramientas aéreas como terrestres si no se respetan los parámetros climáticos), el diputado fue enfático: “Es una cortina de humo (para una cuestión ideológica). Es como si quisiéramos prohibir el transporte por carretera en el Estado porque un conductor no cumplió las normas de tránsito”. 

Un estado con la marca del pionerismo

Además de ser la cuna del sector aeroagrícola en Brasil (en 1947), Río Grande del Sur cuenta actualmente con la segunda mayor flota del segmento en el país, con casi 700 aeronaves agrícolas, solo detrás de Mato Grosso (que posee cerca de 700 aviones; ver en la página 8). Cabe destacar que el segmento también incluye drones agrícolas. Este sector está presente en 24 estados y es esencial para garantizar la productividad en cultivos importantes para la economía del estado, como la soja, el maíz y el trigo. También desempeña un papel clave en el cultivo del arroz, altamente dependiente de las herramientas aéreas, siendo este cultivo esencial para la economía gaúcha, ya que Río Grande del Sur produce el 70% del arroz brasileño. 

La relevancia del sector aeroagrícola para el estado fue también determinante para la creación de la Frente Parlamentaria en Defensa de la Aviación Agrícola en la Asamblea Legislativa de Río Grande del Sur. Este grupo fue oficializado en marzo durante la 22ª Expoagro Afubra, en el municipio de Rio Pardo (Región de los Valles). La Frente Pro Aviación Agrícola había sido creada en febrero por el diputado estadual Edvilson Brum (MDB) y comenzó con 26 miembros, casi la mitad de los parlamentarios de la cámara.  

Además, Río Grande del Sur cuenta con empresas fabricantes (y exportadoras) de tecnologías incorporadas en aviones agrícolas, así como una de las pocas fábricas nacionales de drones agrícolas del país. Para completar, el estado tiene una larga tradición como polo de formación de pilotos agrícolas que operan en todo el país. Tanto es así que, desde julio, el municipio de Cachoeira do Sul fue oficialmente declarado la Capital Estatal de la Formación de Pilotos Agrícolas, mediante la Ley Estatal 16.146/24.